Si callamos, las piedras gritarán

Por Luis Ma. Alman Bornes[1]

La Iglesia Anabautista Menonita (IAMBA) es una comunidad de fe que acepta la invitación de Jesús a seguirle en el amor, paz y servicio. Buscamos y encontramos a Dios en la reflexión bíblica comunitaria, en el canto comunitario, en las relaciones de afecto y de apoyo, en la celebración y en el compromiso creativo con el mundo.
La Iglesia Anabautista Menonita (IAMBA) es una comunidad de fe que acepta la invitación de Jesús a seguirle en el amor, paz y servicio. Buscamos y encontramos a Dios en la reflexión bíblica comunitaria, en el canto comunitario, en las relaciones de afecto y de apoyo, en la celebración y en el compromiso creativo con el mundo.

Un tema que nos convoca a muchos y muchas militantes de la vida, es reflexionar en cómo nos juzgará la historia y si hemos podido estar a la altura de las circunstancias, por más pequeño que consideremos sea nuestro impacto en nuestro entorno. Somos parte de una tradición de fe que pronto cumplirá 500 años con sus luces y sombras y, vivir de la manera más coherentemente posible, es un enorme desafío que históricamente nos ha interpelado.

Cada vez que nos presentamos, decimos que somos una pequeña comunidad enraizada en la vida de la ciudad de Buenos Aires. Que como anabautistas – menonitas somos una de las más antiguas iglesias no estatales; nacimos a principios del siglo 16 como el «ala radical – izquierda» de la reforma protestante. Que nuestra radicalidad se manifiesta en propuestas tales como la separación entre Iglesia y Estado, el bautismo sólo de creyentes, la no violencia y objeción de conciencia a las guerras, y la insistencia en la naturaleza de la iglesia como comunidad de discípulos y discípulas de Jesús, sin jerarquías, comprometidos con la paz y la justicia social. Nuestra fe y práctica puede resumirse en estas palabras: «Jesús es el centro de nuestra fe, la comunidad es el centro de nuestras vidas y la reconciliación es el centro de nuestro trabajo».

¿Cómo hacemos que nuestra identidad y principios se expresen en tiempos como los que estamos viviendo actualmente? Nuestro país se ve inmerso en un proceso electoral donde los discursos de odio siguen avanzando, donde a veces se echa tierra a las conquistas que, como sociedad, hemos ganado. Conquistas que se traducen en más derechos para los sectores históricamente postergados y, en algunos momentos, hasta criminalizados. Escuchamos con dolor decir, de manera irresponsable, que el Terrorismo de Estado no fue tal y que los crímenes de lesa humanidad fueron excesos de una supuesta guerra, o propuestas deshumanizadoras que pregonan la eliminación de la educación y la salud pública, y la idea de que el Estado no debe invertir en nada que no le interese al capital privado.

Don Enrique Angelelli, nuestro hermano mártir, nos enseñó que se debe transitar nuestra presencia en este mundo «Con un oído en el pueblo y otro en el Evangelio», y, en estos tiempos urgentes, la expresión pública de nuestra pequeña comunidad no puede estar adormecida sino que se debe manifestar en toda justicia y en las obras del amor[2]. La opción preferencial por quienes son más vulnerables es estar haciendo y diciendo las «buenas nuevas». Por eso caminamos junto a nuestras vecinas y vecinos llevando adelante diferentes propuestas diacónicas.

Con nuestra Feria Solidaria, que apuesta por una iniciativa que transforma las relaciones entre personas y bienes, construyendo hábitos de recirculación, intercambio, consumo responsable y el acompañamiento solidario.

Con CREARTE, proyecto integrado por docentes y talleristas de distintas disciplinas, que trabaja para la puesta en marcha de un espacio para el desarrollo cultural y artístico en y con nuestro barrio, donde se privilegian las prácticas inclusivas y la solidaridad.

El Hogar Menonita de Estudiantes y Huéspedes, que con mucho sacrificio llevamos adelante hace más de 20 años, brinda a jóvenes una casa digna y accesible para poder transitar su etapa de formación para la vida en esta ciudad poco amigable al acceso de la vivienda.

La pandemia nos puso ante la situación de la emergencia alimentaria, por eso desde ese momento casi 50 familias de barrio reciben un bolsón de alimentos todos los meses. Esto gracias la articulación de la Pastoral Social Evangélica y su articulación con programas del Estado.

El proyecto de Apoyo Escolar que, en triangulación con la Red Comunitaria de apoyo escolar de GCBA y la asociación civil Mensajeros de la Paz, acompaña a niños, niñas y adolescentes buscando mejorar la trayectoria educativa y fortalecer los procesos de aprendizaje.

Pero todo esto es lo que quizás hacen muchas organizaciones de la sociedad civil movida por el amor al prójimo. Pero nuestra preocupación en este «ahora» era si teníamos que hacer algo más ante la ola de discursos negacionistas, de odio y de exclusión. Así que, luego de un proceso de discernimiento comunitario y  respondiendo a nuestra tradición de fe, acordamos colocar en el frente de nuestra casa un cartel que diga lo que sentimos…

Como iglesia histórica de paz afirmamos que hay derechos humanos, sociales, económicos, ecológicos y personales que deben ser respetados y garantizados.

“LA PAZ SE FUNDA SOBRE LA JUSTICIA SOCIAL”

Nuestra comunidad, guiada por el mensaje amoroso y liberador de Jesús de Nazareth, ha decidido comprometerse en la construcción del Buen Vivir, que se traduce en:

– La plena vigencia de los Derechos Humanos.

– Educación y Salud para todxs.

– No discriminación y valoración de las diversidades.

– Cuidado Ambiental.

Y todo aquello que nos hermana como pueblo!!

 

Este es nuestro compromiso, en este tiempo de definiciones, que nos convoca a jugarnos y trabajar por Otro Mundo Posible!!

 

 

[1] Luis Ma. Alman Bornes es miembro de la Iglesia Anabautista Menonita de Buenos Aires.
[2] Menno Simons dijo que, «la verdadera fe evangélica no puede permanecer adormecida, sino que se manifiesta en toda justicia y en las obras del amor … viste a los desnudos; da de comer a los hambrientos; consuela a los tristes; da abrigo a los destituidos; ayuda y consuela a los afligidos; … busca a los perdidos; venda a los heridos; sana a los enfermos; … ha llegado a ser todo para todos»

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