Basta de violencia institucional en Jujuy

Buenos Aires, 18 de junio 2023

Manifestantes son brutalmente reprimidos por la policía en Purmamarca, Jujuy.

La Iglesia Anabautista Menonita de Buenos Aires observa con mucha preocupación y dolor los hechos que se vienen sucediendo en las últimas horas en la Provincia de Jujuy, a raíz de las protestas genuinas de las semanas recientes, protagonizada por gremios, sindicatos, organizaciones sociales y pueblos originarios, en reclamo de mejoras salariales y en contra de una reforma a la Constitución Provincial que busca, entre otras cosas, criminalizar la protesta social. Nos parece sorprendente que en el año en que la democracia argentina cumple 40 años estén ocurriendo esto hechos: persecución, represión, detención arbitraria de personas, heridos de balas de goma.

En 1983, el pueblo argentino tenía la esperanza que las diferencias políticas y sociales ya no se resolverían más por la vía de la violencia, y en especial de la violencia institucionalizada, perpetrada por los gobiernos (nacional, provinciales, municipales, etc.). Ya hemos visto que no fue así. El nivel de violencia ha crecido a lo largo de los años, llegando incluso a un intento de magnicidio (fallido, gracias a Dios) contra una de las más altas funcionarias del gobierno nacional hace apenas 9 meses. Durante estas cuatro décadas se han ido sucediendo situaciones de represión estatal, con personas heridas y hasta asesinadas. En la mayoría de los casos, ante reclamos espontáneos contra políticas gubernamentales que generaban la supresión de derechos y aplicaba ajustes económicos sobre nuestro pueblo.

La Provincia de Jujuy es escenario de la movilización de un pueblo que reclama por una vida más digna, con mejores salarios. La respuesta de la dirigencia política no solo es negarse a escuchar esos reclamos, sino reprimirlos, y forzar la reforma de la ley fundamental de esa provincia para darle a la represión un marco legal. Marco legal que ahora no tiene, y que no debe tener.

Nuestra tradición anabautista – menonita, cercana ya a cumplir 500 años de vida, nació – precisamente – de la persecución de los gobiernos, que utilizaban la violencia contra todo aquel que expresaba un pensar y sentir diverso. Es por eso que no podemos dejar de solidarizarnos con las víctimas de la violencia estatal. En especial, ante reclamos pacíficos, tal como está llevando a cabo la ciudadanía jujeña.

Como comunidad cristiana expresamos nuestro reclamo a que cese todo tipo de represión, se libere a las personas que fueron detenidas y se abra un proceso de diálogo entre el gobierno provincial y las organizaciones sociales para alcanzar acuerdos que verdaderamente traigan la paz a las y los habitantes de Jujuy. Y no cercenar los derechos fundamentales de las personas, entre los cuales se encuentra el poder manifestar en forma pacífica los reclamos que cada sector considere necesarios.

Pedimos al gobierno nacional, a los grandes medios, y a la población toda de nuestro país, a no ser indiferentes, no ignorar lo que está ocurriendo. Debe desterrarse definitivamente de nuestra sociedad aquel “No te metás” que tanto daño nos causó durante las horas más oscuras de nuestra historia reciente. No hay mejor forma de celebrar los 40 años de democracia que con más democracia, mas compromiso, mayor solidaridad y empatía con las y los compatriotas que sufren. Elevamos también nuestro clamor de Paz y Justicia a la Divinidad, confiando en la intercesión de Jesús de Nazareth, quien dijo “Felices quienes trabajen por la paz, porque se les llamará hijas e hijos de Dios” (Mateo 5:9).

 

Comunidad Anabautista Menonita de Buenos Aires

 

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