8M y el legado de mujeres que lucharon por un mundo más justo

Afiche por el Dia Internacional de la Mujer publicado la Iglesia Anabautista Menonita de Buenos Aires – Argentina

El Día Internacional de la Mujer se conmemora el 8 de marzo, en esta fecha se reivindica la igualdad entre hombres y mujeres. Además, se recuerda la lucha incansable que hemos tenido las mujeres por nuestros derechos laborales y sociales, en favor de una sociedad equitativa y justa. Es por eso que también muchos colectivos empiezan a llamar a esta fecha Dia de la Mujer Trabajadora.

El Movimiento de Mujeres Anabautistas Haciendo Teología desde América Latina nos comparte un documento donde donde desarrolla la siguiente pregunta:

¿CUÁL ES EL ORIGEN Y LA HISTORIA DE ESTA CONMEMORACIÓN Y POR QUÉ EL 8 DE MARZO?
La historia de esta conmemoración se remonta al 8 de marzo de 1875 en Estados Unidos. Según las Naciones Unidas, cientos de trabajadoras textiles conocidas como ‘garment workes’ de una fábrica de Nueva York se manifestaron en busca de la igualdad salarial respecto a los hombres, además de una mejora en sus condiciones laborales.

En esta manifestación 120 trabajadoras fueron asesinadas a manos de la policía, situación que dos años después fue fundamental para crear el primer sindicato femenino de la historia.

Después, en 1908, cerca de 15,000 mujeres trabajadoras salieron a las calles de Nueva York bajo el lema de ‘Pan y Rosas’, manifestándose contra las jornadas interminables, las condiciones inhumanas y los penosos salarios. Tres años después llegaría el suceso que marcaría definitivamente el movimiento de las mujeres, el 25 de marzo de 1911 sucedió el desastre industrial con más víctimas mortales de la ciudad de Nueva York (catalogado así por la Organización Internacional del Trabajo (ILO); 146 mujeres murieron en un incendio en la fábrica textil Triangle Shirtwaist a causa de derrumbes, quemaduras e intoxicación por humo.

Las muertes se dieron debido a que los propietarios de la fábrica sellaron las salidas del edificio. Estas muertes no fueron en vano y provocó importantes cambios en la legislación laboral, además del nacimiento del Sindicato Internacional de Mujeres Trabajadoras Textiles.

Clara Zetkin, en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas de Copenhague en 1920 fue quien lanzó la propuesta, aprobada por unanimidad, de conmemorar el Día Internacional de la mujer en el mes de marzo con el objetivo de lograr el voto para la mujer.

Fue en 1975 que la Organización de las Naciones Unidas hizo oficial el Día Internacional de la Mujer.

Comisión de Educación y Materiales – Mujeres Anabautistas Haciendo Teología desde América Latina

 

Creemos que es de un valor enorme reconocer el origen de esta fecha, el valor de esas mujeres, sus luchas y sacrificio por Otro Mundo Posible.

Anna Jansz camino a su ejecución, pide que alguien cuide de su hijo, grabado de Jan Luiken del «Espejo de los Mártires» (Martyrs Mirror, 1685)

La historia del movimiento anabautista también está llena de mujeres que con enorme valentía afrontaron, muchas de ellas hasta el martirio, la violencia del sistema patriarcal y la intolerancia religiosa. En esta fecha queremos rescatar el testimonio de Anneken de Jans, personaje cuyo legado está muy presente entre la y los cristianos que adherimos a la Reforma Radical.

Anneken de Jans tenía considerable fortuna, pero lo compartió todo por causa de su fe. Fue bautizada a los 24 años por su marido. Viajaron a Inglaterra en 1536 y pronto ella había enviudado, por lo cual decidió regresar a su natal Holanda con su hijo de apenas un año.

En Diciembre de 1538 fue arrestada en Rotterdam pues mientras viajaba de regreso a Holanda alguien le escuchó cantar uno de los himnos «herejes».

Fue ejecutada pocos meses después (1539) cuando su hijo Isaías tenía 15 meses. Rogó a la multitud que asistía a su ejecución que alguien se hiciera cargo de su hijo.

Le dejó como testamento a su hijo, solo una carta que fue publicada el mismo año de su martirio (1539) y forma parte del famoso libro «Espejo de los Mártires» (una especie de «¡Nunca Más!» antiguo).

Compartimos algunos fragmentos de la misma, palabras que de alguna manera siguen siendo pertinentes como legado para las nuevas generaciones.

Escribió :

Por ello, hijo mío, lucha por la justicia hasta la muerte. Armate con las armas de Dios…Pisotea toda injusticia…

Permite que la luz del Evangelio brille a través de ti.

Ama a tu prójimo. Reparte tu pan entre los pobres con corazón dispuesto y ardiente, viste al desnudo y no esperes que todo empeore mucho más…Reparte todo lo que el Señor te conceda con el sudor de tu frente, en la medida que exceda tus necesidades…

Ay, hijo mío, haz que tu vida se identifique con el Evangelio…

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